Todos somos bienvenidos a dar gracias en la mesa de la Misericordia
Esta oración de agradecimiento fue escrita para la Educación de la Misericordia por las Hermanas Sandra Hernández López, Masbely Del Cid e Isabel Jovel Cabrera, que atienden a los niños que viven con VIH/SIDA en la Casa Corazón de la Misericordia en San Pedro Sula, Honduras. Una forma imprimible de la oración se encuentra aquí.
«Gente de oriente y del poniente, del norte y del sur, vendrán a sentar a la mesa del Reino de Dios.» Lc 13, 29
Infinita Sabiduría y Misterio insondable,
Hoy somos convocados a reunirnos alrededor de tu Misericordia que es mesa y pan que nos nutre y fortalece para vivir con alegría y esperanza. Estamos siempre atentos/as a los desafíos y a las luchas de nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo.
Te damos gracias por el don maravilloso de la vida fluyendo en cada neutrino, átomo, molécula, célula de toda tu creación. Danos un corazón lleno de amor para cuidar este don.
Te damos gracias por todos los bienes materiales, intelectuales y espirituales con que nos has colmado. No permitas olvidarnos de los marginados, excluidos y empobrecidos.
Te damos gracias por la familia, los amigos, la comunidad que hace parte de nuestras vidas bridándonos apoyo, seguridad, identidad, valores, tradiciones y cultura.
Capacítanos para celebrar las diferencias y dar la bienvenida a todos los que se han tenido que dejar su tierra amada.
Te damos gracias por nuestra salud y la de nuestras familias y amigos. Cura a todos los que padecen virus y enfermedades. Acompaña a todos los profesionales de la salud que buscan ayudar a los afectados.
Te damos gracias por toda la vida compartida con aquellos seres queridos que tú llamaste a tu presencia. Acompaña a las familias de los moribundos y fallecidos en medio de su pena y permíteles sentir tu paz.
Te damos gracias por los alimentos de cada día que nos nutren y fortalecen. Haznos consientes que la avaricia y el desperdicio de los mismo produce que millones de personas sufran de hambre y desnutrición.
Te damos gracias por el Pan de Vida que es Jesucristo. Que nos siga alimentando en nuestros esfuerzos y esperanzas por hacer presente Tu Reino de Justicia y Misericordia.
Te damos gracias por participar de esta alegría de la mesa, los alimentos y la compañía. Has que seamos consiente de que estamos interconectados con toda tu creación.
(Les invitamos a recordar las cosas por las que dan gracias.)
Te pedimos en el espíritu de agradecimiento. Amén.